A medida que pasan los días mi alma se va purificando, a medida que mis pies descalzos se van llagando siento cómo la magia del Camino sana mi alma. Es el Apósotol , no tengo duda alguna, él me sana y me guía, conoce de mi aflición, de mis lágrimas, de mis noches oscuras. Somos muchos los que venimos buscando la paz del Señor. Ciertamente el mosaico de gentes de bien a la búsqueda de un sentido para su vida que transita por estos parajes es impresionante: vagabundos, mendigos, artesanos; caballeros andantes; frailes predicadores ; curas y monjes, nobles disfrazados.
sábado, 26 de noviembre de 2011
EL CAMINO: UNA SANACIÓN DE MENTES Y ALMAS
A medida que pasan los días mi alma se va purificando, a medida que mis pies descalzos se van llagando siento cómo la magia del Camino sana mi alma. Es el Apósotol , no tengo duda alguna, él me sana y me guía, conoce de mi aflición, de mis lágrimas, de mis noches oscuras. Somos muchos los que venimos buscando la paz del Señor. Ciertamente el mosaico de gentes de bien a la búsqueda de un sentido para su vida que transita por estos parajes es impresionante: vagabundos, mendigos, artesanos; caballeros andantes; frailes predicadores ; curas y monjes, nobles disfrazados.
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